Año: 2019-2020
Superficie: 800m2
Arquitectos:
Francisco Buenaventura Santisteban Serrano
José Luis Pérez Halcón
Jefes de Proyecto
Maria Eugenia Amarante
Raquel Ramos
Colaboradores
Iván García
María Luisa Ovelar
Tamara Beltrán
Paula Álvarez
Antonio Laguna
Jacobo Otero
Verónica Ceballos
María Cimiano
Ignacio Albarracín
Antonio Benítez
Fernando Prieto
La parcela dispone tiene una geometría rectangular, muy alargada y estrecha, como resultado de la segregación de varias parcelas, además cuenta con cuatro encinas que se respetan y son parte protagonista de la vivienda creando relaciones entre naturaleza y construcción.
Los retranqueos mínimos a linderos nos genera una pieza muy longitudinal, sin un acceso claro, la cual comienza a fracturarse para provocar el acceso en el punto medio de la casa.
Atendiendo a las necesidades del cliente en cuanto a programa diferenciamos las zonas diurnas de la vivienda (salón, cocina y comedor) de las zonas nocturnas (dormitorios), para ello partimos esta pieza en dos volúmenes diferentes, desplazándolas una con respecto a la otra generándose el acceso en la zona central.
Una serie de muros exentos encalados, como siempre lo ha estado la arquitectura andaluza, anclan la vivienda a la parcela, estableciendo un diálogo con las encinas existentes e incorporándolas a la vivienda.
El primer volumen de habitaciones te va arropando en el recorrido hacia la pieza de conexión de acceso teniendo en cuenta la posición de las encinas creando un diálogo con ellas desde la entrada a la parcela. Esta disposición de volúmenes genera una serie de espacios y patios previos de servicio, acceso, garaje, otro al que vuelca el salón hasta llegar al fondo de la parcela donde se encuentra la zona de esparcimiento y piscina además más privado que el resto. De este modo conseguimos integrar la vivienda, encinas y entorno en la parcela, desmarcando los límites interior-exterior.
