Año: 2020-en desarrollo
Superficie: 2.000 m2.
Arquitectos
Francisco Buenaventura Santisteban Serrano
José Luis Pérez Halcón
Jefes de Proyecto:
Antonio Laguna
María Cimiano
Colaboradores:
Fernando Prieto
Raquel Ramos
Maria Eugenia Amarante
El diseño del edificio de 2.000 m2 que alojará las nuevas oficinas de nuestro cliente (una empresa internacional y en expansión perteneciente al ámbito de las TIC) parte de la premisa de conservar y potenciar el ADN de la empresa, una identidad y una filosofía de trabajo atesoradas durante años de convivencia continuada.
La familia crece, y como tal necesita una nueva casa; una idea así de sencilla es justo lo que queremos capturar en este proyecto. Todo lo que una casa requiere, una gran sala de estar, un comedor, variedad de espacios donde trabajar, lugares donde toda la familia pueda sentarse junta a compartir experiencias o espacios que permitan la desconexión son parte del programa de este edificio. El nuevo edificio aprende de los progresos realizados en las anteriores sedes de nuestro cliente (organización de planta abierta, flexibilidad de uso, la importancia del Feng Shui para atraer la prosperidad, el cuidado en la elección del mobiliario) y traslada estas experiencias a nuevos espacios más eficientes y productivos centrados en el bienestar de las personas.
El edificio Ítaca debe hacer honor a su nombre y encarnar la metáfora de la embarcación que traslada a Ulises a lo largo de su odisea. Ésa es nuestra apuesta, construir un barco en lugar de un edificio, la nave que nos llevará a Ítaca, que nos protegerá en el trayecto y nos garantizará llegar a buen puerto.
La fachada sureste se presenta ante el jardín de acceso protegida por un elemento textil, evocando el velamen de una embarcación, mientras que la fachada noroeste toma el aspecto del casco de una nave al mismo tiempo que se erige como un elemento escultórico. La elección de materiales simboliza la materialidad náutica, un edificio con dos caras: la madera del casco y la tela de las velas, conciliando dos acabados diferentes, uno para cada fachada. Ambas pieles funcionan como elementos de protección solar y control lumínico que garantizan el confort dentro del edificio.
La planta baja alberga gimnasio y salas multifuncionales para la práctica de actividades relajantes como yoga y pilates pensadas para el uso y disfrute de los empleados en una apuesta por entender el Proyecto Ítaca como algo que va mucho más allá de un simple edificio de oficinas.