Hotel Sentido Benalmádena Beach 4*

Imagen de Proyecto

Año: 2016-2018

Superficie: 7.500m2

Arquitectos:
Francisco Buenaventura Santisteban Serrano
José Luis Pérez Halcón

Jefes de Proyecto:
Alberto Portillo
Miguel Pachón

Colaboradores:
Antonio Laguna
Javier Ortiz
Maria Luisa Ovelar
Ignacio Martín
Manuel Lería
Ignacio Albarracín

Localizado en primera línea de playa, este hotel ha sido testigo de una de las transformaciones más radicales del siglo XX español. Fruto del boom turístico de los años 60, la Costa del Sol pasó de ser una zona al margen del sistema productivo del país, a convertirse en su principal destino para el turismo internacional.

El antiguo Hotel Villasol, como muchos de estos establecimientos hoteleros, comienza a quedar obsoleto y se plantea la posibilidad de una renovación integral que lo adapte a la nueva normativa reguladora, a las necesidades de una clientela en constante evolución y a complementar la oferta de alojamiento mediante la incorporación de nuevos equipamientos. No obstante por encima de todo estas rehabilitaciones buscan una nueva imagen que funcione como doble atractor de clientes e inversores.

En este contexto la rehabilitación del antiguo Hotel Villasol y su trasformación en el nuevo Hotel Sentido es entendida como una oportunidad para mejorar la relación del edificio con su entorno, integrarlo en el paisaje natural y urbano de la N-340 y potenciar las conexiones entre la ciudad y el frente marítimo.

Como si de un molusco se tratase, que cambia su caparazón a medida que crece y varían sus necesidades, el antiguo Hotel Villasol se recubre con una cáscara calcárea que lo envuelve especializándose en función de los condicionantes exteriores. Al sur, la mejor orientación combinada con las mejores vistas, la piel se vuelve permeable, transformándose en ligeros voladizos que controlan las ganancias térmicas y enmarcan las visuales. Al norte, la zona más comprometida a nivel energético y afectada por la contaminación acústica de la N-340, el caparazón se endurece y se vuelve impenetrable, protegiendo las habitaciones y dotando al conjunto de una nueva imagen reconocible de cara a la avenida.

La piel se resuelve como una estructura orgánica independiente que envuelve el edificio y mejora el comportamiento térmico impidiendo la radiación directa del sol sobre los paramentos de vidrio en verano sirviendo así de transición entre el exterior y el interior del edificio.

La renovación ofrece un incremento de los servicios que el hotel ofrece mediante la ampliación de las zonas libres, la construcción de una piscina desbordante, una zona de spa y piscina cubierta, un restaurante para más de 200 comensales o la creación de una terraza mirador y zona de cocktail en cubierta.

En sección el edificio se adapta a un terreno sencillo en apariencia, aunque complejo por su desnivel. Orientando todas las habitaciones a las mejores vistas del Mediterráneo el edificio se protege del norte cerrando su fachada a la Avda. Antonio Machado y se abre al sur mediante amplios balcones.

En su contacto con el terreno el edificio realiza una operación de tallado y excavación, multiplicando las plataformas sobre las que se desarrolla la actividad pública del hotel. El espacio exterior se expande colonizando el edificio y proporcionando una sucesión de plataformas públicas en altura hasta alcanzar la cubierta que permiten percibir las diferentes escalas del paisaje circundante.

Lo más interesante de este proyecto ha sido su desarrollo en obra y ejecución. En menos de un año, se ha diseñado y ejecutado la obra. Es por ello que el control de la ejecución ha sido constante y el requerimiento de nuestro personal, para el desarrollo, ha sido grande. La ejecución de la obra ha sido llevada a cabo por la empresa constructora Cartuja, perteneciente al grupo San José. Ha sido una obra compleja, no sólo por tratarse de una rehabilitación y, tratar de mantener las estructuras existentes, si no también por los plazos de ejecución. En estas páginas podéis observar cómo se levanta el edificio en una serie de láminas sutiles de hormigón. Donde la plasticidad es muy llamativa.

También se observan las dos fachadas diferenciadas.

Una de las fachadas está mirando al norte, la más escultórica, y la fachada sur, con su dinamismo de habitaciones, es la que mira al mar.

Queríamos demostrar en todo momento cómo la materia se pone al servicio del hombre. Y cómo somos capaces de crear un edificio escultórico que no está reñido con la eficiencia técnica ni con el coste económico.

El resultado lo podéis ver en las siguientes páginas. Y podréis comprobar la gran magnitud del edificio. Se ha convertido en referente de arquitectura, no sólo a nivel de Andalucía, si no del panorama nacional.